El HOMBRE EN LLAMAS. Durante una semana emerge una ciudad para la creación llamada Black Rock, en Nevada, Estados Unidos, donde en otros tiempos hubo un lago. Este disparo de locura y creatividad es definido como una llamada a la autoexpresión radical y un experimento de autosuficiencia.
Allí acude todo tipo de mareao con sus obras contemporáneas, sus artefactos, sus construcciones fantásticas, sus autocaravanas y furgonetas, sus performances, sesiones de música y sus locuras propiamente dichas. Cada año hay un tema establecido y allí acude todo tipo de creaciones en torno al título que se enuncia. Una ciudad festival que, voy a decirlo a título personal, viniendo de americanos puede ser una gambada o una flipada, o ambas.
Todo comenzó en la celebración del solsticio de verano de 1986, en la playa de Baker Beach, San Francisco. Allí quemaron un muñeco de 2,4 m. de altura (un bebé comparado con la escultura de 12 m., adornada con luces de neón, que se realizó en el 88). Pero podéis leer su historia en esta página.
Lo interesante del experimento Black Rock es el reto de cómo crear una ciudad con pocas reglas, y la capacidad organizadora del desorden.
Como se dice en varias páginas: para entenderlo hay que vivirlo. Otra propuesta de barbotina, persiguiendo el fuego allí donde lo huele. Burning.
BURNING MAN
1 comentario:
OPAA !!
Muy buena, nos gusta el fuego, vivirlo y entenderlo.
Como la vida misma, por eso : Mas maderaaaa !!!
Ni hao !!
Publicar un comentario